La Asamblea General de la ONU adopta una nueva resolución sobre el Sáhara marroquí

La Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó una resolución que reafirma su apoyo al proceso político en curso bajo la supervisión exclusiva del Consejo de Seguridad para resolver el conflicto regional sobre el Sáhara marroquí.
Esta resolución confirma la adoptada previamente por la Cuarta Comisión en octubre pasado.
El texto, aprobado el miércoles, insta a todas las partes a cooperar plenamente con el Secretario General de la ONU para alcanzar una solución política a este conflicto regional, basada en las resoluciones adoptadas por el Consejo de Seguridad desde 2007. Apoya así el proceso político en curso, centrado en alcanzar una solución «política justa, duradera y aceptable para las partes» en relación con el Sáhara marroquí.
La resolución elogia los esfuerzos realizados hasta ahora e invita a todas las partes a trabajar con el Secretario General y entre ellas para alcanzar «una solución política aceptable para las partes».
Al igual que resoluciones anteriores y las del Consejo de Seguridad durante más de dos décadas, este texto no hace ninguna referencia al referéndum, descartado por el Secretario General, la Asamblea General y el Consejo de Seguridad de la ONU.
Además, la Asamblea General reconoció en esta resolución el compromiso de las partes de seguir demostrando voluntad política y de trabajar en un clima propicio para el diálogo, teniendo en cuenta los avances logrados desde 2006. Esto reafirma la implementación de las resoluciones del Consejo de Seguridad desde 2007.
El único avance notable en el proceso político desde 2006 ha sido la iniciativa de autonomía presentada por Marruecos el 11 de abril de 2007. En este contexto, la resolución apoya las decisiones del Consejo de Seguridad desde 2007, que han consagrado la preeminencia de la iniciativa de autonomía marroquí, calificada como seria y creíble por la comunidad internacional para la resolución definitiva de este conflicto regional en el marco de la soberanía y la integridad territorial del Reino.
La resolución también respalda las recomendaciones de las resoluciones 2440, 2468, 2494, 2548, 2602, 2654, 2703 y, más recientemente, la 2756 adoptada a finales de octubre de 2024, que establecen los criterios para resolver el conflicto: una solución política, realista, práctica, duradera y basada en el consenso.
Cabe destacar que estas resoluciones consolidaron el proceso de «mesas redondas» y definieron de manera concluyente a sus cuatro participantes: Marruecos, Argelia, Mauritania y el «Polisario». Además, dichas resoluciones mencionan a Argelia, al igual que a Marruecos, en varias ocasiones, reafirmando su papel clave como parte principal en este conflicto regional.
Por otro lado, las resoluciones del Consejo de Seguridad valoran las medidas y las iniciativas tomadas por Marruecos para promover y proteger los derechos humanos en sus provincias del sur, y destacan el trabajo de los comités del Consejo Nacional de Derechos Humanos en Laayoune y Dajla, así como la interacción de Marruecos con los mecanismos del Consejo de Derechos Humanos de la ONU.
Asimismo, reiteran la solicitud de la ONU de registrar y censar a la población de los campamentos de Tinduf, subrayando la necesidad de avanzar en este aspecto. La resolución de la Asamblea General no menciona en absoluto la llamada «guerra ficticia» que Argelia y su aliado, el «Polisario», alegan estar librando en el Sáhara marroquí.
De esta manera, la Asamblea General, al igual que el Consejo de Seguridad, refuta las falsas acusaciones de Argelia y el «Polisario» sobre la situación en el Sáhara marroquí, caracterizada por la estabilidad, el desarrollo y la calma en todos los ámbitos.