Teherán busca normalizar relaciones con Rabat y expulsa a un diplomático iraní en Argelia por el caso del Polisario

En un giro diplomático notable, el analista político Imad Abshinas reveló los recientes esfuerzos de Irán para normalizar sus relaciones con países con los que mantiene tensiones, incluyendo Marruecos.
Estas iniciativas forman parte de la política del nuevo presidente iraní, Masoud Pezeshkian, orientada a fortalecer las relaciones con naciones islámicas que han experimentado conflictos en el pasado, especialmente tras la reconciliación con Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos.
Marruecos encabeza la lista de países con los que Irán busca restablecer lazos. Según Abshinas, en una entrevista con el programa Al-Masa’iya en DW Árabe, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Irán ha comenzado a enviar señales positivas hacia Rabat, con el objetivo de reparar la ruptura y volver a la normalidad diplomática.
El analista explicó que la principal causa de la ruptura diplomática entre Marruecos e Irán fue la recepción por parte de Amir Mousavi, agregado cultural iraní en Argelia, de representantes del Frente Polisario, lo que generó indignación en Marruecos. Añadió que, como parte de los esfuerzos para resolver la crisis, Teherán expulsó a Mousavi en un intento por calmar las tensiones con Rabat.
Sin embargo, a pesar de los intentos iraníes por reconciliarse, el proceso sigue siendo complicado. Para Marruecos, la soberanía nacional y la cuestión del Sáhara son líneas rojas inquebrantables. Aunque las señales desde Teherán son positivas, construir confianza requiere medidas concretas que demuestren buena fe, especialmente en lo que respecta a cesar cualquier tipo de apoyo al Frente Polisario.
Este desarrollo subraya un posible cambio en las dinámicas regionales, pero el camino hacia la reconciliación completa sigue siendo incierto y dependerá de la capacidad de Irán para abordar las preocupaciones centrales de Marruecos.