Un experto revela las razones detrás del retiro de inversiones chinas en Argelia

«¡Las promesas de Tebboune se hunden en el barro!» Así describió el periodista argelino Walid Kabir la crisis que enfrenta Argelia. Tras la visita oficial del presidente argelino Abdelmadjid Tebboune a China, durante la cual se anunció una inversión china de 36 mil millones de dólares, parece que este proyecto se ha desvanecido como un espejismo.
Las empresas chinas «Weihai» y «Tian’an» han decidido retirarse del proyecto de fosfatos en la región de Tébessa, que representaba una inversión de 7 mil millones de dólares y se perfilaba como un ambicioso proyecto para la producción de fertilizantes en Argelia.
En este contexto, Mohamed Aililouch, investigador en asuntos económicos, explicó en una declaración al medio El Khabariya que «la inversión china, que ahora parece un espejismo, fue promovida por los medios del régimen militar como una iniciativa que permitiría la producción de 5,4 millones de toneladas de fertilizantes al año, una cifra considerable que se utilizó como parte de la propaganda económica del régimen, que enfrenta serias dificultades para atraer inversiones extranjeras, esenciales para diversificar la economía argelina basada principalmente en el petróleo y el gas».
El investigador también señaló que «el régimen militar aseguró que el proyecto generaría alrededor de 12 mil empleos durante la fase de construcción, 6 mil empleos directos y 24 mil empleos indirectos en la fase de operación».
Aililouch destacó que uno de los principales factores detrás del retiro de las empresas chinas es la inestabilidad política en Argelia. Desde el movimiento popular de 2019, que resultó en cambios en la dirección política, el país vive en un estado de incertidumbre política. Esta situación dificulta que los inversores extranjeros evalúen adecuadamente los riesgos, lo que los lleva a buscar entornos de inversión más estables.
Cabe mencionar que este retiro no es el primero. Anteriormente, se produjo un movimiento similar en el proyecto de hierro en «Gâra Djebilet», en Tinduf. Estas decisiones representan duros golpes a la confianza de los inversores extranjeros en Argelia, lo que podría agravar aún más su crisis económica.